Cuando hay que dejar el chupete.

Mama busca…”Dejar el chupete”

Visita al pediatra, la de rigor, y lo primero que me preguntan es: ¿Sigue con el chupete?, aún es pequeñito, además le tranquiliza, las excusas no han servido de mucho, ya empezaba  a afectarle la dentición, y tengo que decir que a mí también ya me lo parecía… En el fondo las excusas eran porque solo pensaba: ¿Cómo voy a sacar el chupete a este adicto, que duerme con un chupete en la boca y otro en la mano  y por la noche si lo pierde llora?

Por la noche le digo a su padre, tenemos que sacar el chupete al Pequepeque, las mismas excusas que ya había dicho yo a la pediatra por la mañana salieron de la boca de Papa, pero hay que asumir la realidad, un día tendrá que dejar el chupete.

Lo de darle a los Reyes o a Papa Noel, lo veía muy difícil, aún no acababa de entender bien quién eran estos señores y lo de dar su bien más preciado a unos desconocidos no era algo que le convenciera mucho.

Lo que yo no quería era que fuera algo traumático. Con mi primera hija lo hicimos muy poco a poco, además acababa de tener un hermanito no creíamos que sacarle el chupete fuera lo más acertado en este momento, pero es verdad que cada niño es un mundo y con Peque el problema de los dientes  no existía y con Pequepeque era una realidad.

Con Peque la situación vino por sí sola, en una ocasión que había comido muchas fresas, en aquel momento era su fruta preferida,  empezó a dar vueltas como loca en el salón y resultado, exactamente él que Mama le había dicho, vomitera por todo el salón, con chupete incluido… Después de tranquilizarla, limpiarla y todo lo demás, la pusimos en la cama y cuando le fuimos a dar el chupete, creo que al imaginarlo ahí en medio de tanta porquería le cogió un asco que no lo quiso, y así le hemos sacado el chupete.

Pero con Pequepeque no lo tenía tan claro, empezamos por ir diciéndole que ya se estaba haciendo mayor y que el chupete era para los bebes, la verdad no es que hiciera mucho caso al tema, pero en el fondo estoy convencida que el mensaje iba  llegando y se iba preparando para el día en que no lo tendría más.

Un día aproveche que por la mañana habíamos estado jugando con una amiguita de Peque que había tenido un hermanito, que para Pequepeque era mucho más pequeño, osea un bebe, le hemos puesto el chupete en la boca para que dejará de llorar y pasado la manita en sus piernas y manos, ya que a los pequeños solo se les toca esto, esta era una lección clásica entre los niños presentes.

Por la noche, pensé a ver, lo intentaré, y os lo prometo que no tenía intención real que la cosa funcionara, lo he acostado y estaba allí realizando todo el ritual de dormir, cuento, canción y entonces Pequepeque me pide el chupete, yo tranquilamente le digo que  lo habíamos dado al Bebe de esa tarde, que como lo había visto necesitaba el chupete para poder dejar de llorar y dormir. La verdad, tenía el chupete escondido en una de mis manos, si por acaso la cosa fuera a peor, ya lo intentaríamos otro día. Y para mi sorpresa, me mira y dice: “¡¡Ah!! ¡¡Al Bebe!!” Obviamente no de esta manera tan clara, pero Mama entiende la lengua Pequepeque, y para mi sorpresa cogió de mi mano y se giro para dormir.

Realmente me quedé sorprendida, me quedé allí junto a él hasta que se quedara medio dormido. Y en el fondo pensé que mayor!. Al día siguiente, por la noche seguía sin confiar que realmente la cosa fuera en serio, lo vuelvo a acostar, mismo ritual y me vuelve a preguntar por el chupete, le digo que lo habíamos dado al Bebe y ya está, coge mi mano y a dormir. La pregunta al dormir duró como unos tres días, pero siempre le decía lo mismo y se quedaba dormido, después un día dejó de preguntar y  hasta hoy… Nada de chupete.

Vuelvo a decir, cada niño es un mundo, y seguramente para mis hijos el dejar el chupete fue algo bastante más fácil que para otros. Pero os puedo decir que, si tengo que recomendar algo en este aspecto, es el previo, estoy convencida que retirarle el chupete de manera gradual, primero por el día, que lo utilice solo para dormir y después buscar hechos de su vida cotidiana que hagan que puedan comprender que realmente son mayores o que puedan vincularlo con algo, en el caso de Peque, el chupete se quedó sucio, facilita mucho el proceso.

Sacarles el chupete en momentos difíciles de su vida o cambios importantes, tampoco es aconsejable, seguro acabará por fracasar. No podemos pretender que dejen algo que les tranquiliza y añoran cuando acaban de tener un hermano, o empiezan la guardería, o sufren problemas familiares.

Otra cosa que os recomiendo, por experiencia propia, es compensarles, el dejar el chupete por algo, en mi caso con Peque cuando se acostaba de hacia un masaje para que se relajara y con Pequepeque le daba la mano un ratito hasta que se tranquilizará, hay que pensar que les costará aprender a dormir sin el chupete y necesitan algo que les ayude por lo menos unos cuantos días.

Ya os he contado mis experiencias, espero que os animéis y dejéis vuestras experiencias en los comentarios así ayudaremos a otras Mamas.